Encendemos la televisión todos los días, a veces la radio o simplemente navegamos en internet para informarnos de los impactantes sucesos a nivel nacional e internacional. Nos llama la atención cómo se hace más frecuente el tema de los desastres naturales: sequías, inundaciones, excesiva acumulación de basura, animales extinguiéndose y la mano de la humanidad restándole más terreno a la naturaleza.
Tantos años consecutivos observamos que el planeta necesita un descanso, lo que nos obliga a tener una mayor conciencia medioambiental. Sin embargo, festividades como la Navidad, caracterizadas por un consumo mayor de energía eléctrica y compras desenfrenadas, impulsan un desperdicio de recursos.
En este contexto, surgen diversas iniciativas ambientales por parte de algunos colectivos a nivel global. El Green Friday es un movimiento que empezó en 2015 y busca promover una forma de consumo responsable. Es un camino diferente al que toman momentos como el Black Friday y el Cyber Monday, a su vez, promueve el consumo local, los productos ecológicos y el apoyo a los pequeños negocios.
En nuestro país, lo más preocupante es el consumo energético ya que el estiaje provocado por la falta de lluvias obligó a la población a someter sus actividades diarias a un ‘racionamiento de electricidad’. De hecho, el portal Primicias informó que el punto más crítico sería este mes de diciembre. Ante este panorama, el centro comercial San Luis Shopping emitió un comunicado donde manifestaba que la iluminación navideña sería visible en horarios específicos. Por supuesto, tienen responsabilidad social ambiental y una edificación ecoeficiente con iluminación tipo LED, reductores de caudal en su sistema de agua y grandes espacios de flora que se destinan a reducir las emisiones de CO2.
Otro de los proyectos que se desarrollan en esta época festiva es EcoNavidad del centro comercial El Recreo. Más allá de sortear un vehículo y motos eléctricas, presentan talleres de jardinería urbana y otros para que las infancias se involucren en una reducción del uso de bolsas plásticas, pues pueden pintar su propia bolsita ecológica. Además, incorporaron puntos de recarga de dispositivos móviles, mismos que se alimentan con energía solar al 100%. También reutilizaron más de un millón de tickets de parqueadero para crear bombillos ecológicos y sumaron aproximadamente 800 plantas en la decoración de su árbol navideño. Pero la figura principal es la creación de un árbol de Navidad a partir de 1450 botellas de plástico.
En estas fiestas, no seas indiferente con el mundo en el que vives, mucho menos con quienes te rodean. El mejor regalo que podemos darnos es tener un futuro sostenible, eso viene desde un compromiso diario con el presente. Es momento de tomar acción desde nuestros hogares. El verdadero espíritu navideño yace en aquellos cambios pequeños: evitar la pirotecnia que afecta a miles de personas y animales, olvidarnos de comprar lo innecesario y utilizar los recursos de forma consciente.