“Conversaciones frente al mar”, dirigido por Olga C. Guerra, regresa para su tercera temporada, coincidiendo con el 15.º aniversario del periódico digital “El Costanero”. Este programa se ha distinguido por presentar a diversas personalidades, algunas de ellas anónimas, que han sobresalido por su habilidad para inspirar a la comunidad. A través de sus contenidos enfocados en turismo, cultura y medioambiente, el programa continúa inyectando una energía renovadora en su audiencia.
Al inicio de esta temporada nos acompaña la destacada psicóloga Miriam Zurita de Ortiz, cuya dedicación al voluntariado refleja su compromiso por generar un impacto positivo y significativo en la sociedad. Con una vasta experiencia de casi 40 años, Miriam ha desempeñado un papel crucial en la orientación educativa de miles de jóvenes, abarcando tanto el sector educativo como el social. Su profunda pasión la llevó a fundar un centro de educación especial, desempeñándose como directora durante diez años y abogando incansablemente por los derechos de las personas con discapacidad.
Miriam reflexiona sobre el inicio de su carrera en Milagro, donde las opciones profesionales eran limitadas y pocas le interesaban. Su pasión por la psicología y la docencia la llevó a especializarse en psicología educativa. Con entusiasmo destaca la relevancia de su campo: “La psicología educativa es la base de muchas otras especializaciones. Si un niño no comprende algo, podemos descubrir la razón”. Resalta la importancia de que los padres comprendan los diagnósticos para aplicar las terapias de manera efectiva y a tiempo.
La trombosis que afectó a su padre fue un momento crucial en la vida de Miriam, llevándola a involucrarse profundamente en sus cuidados y terapias. Esta experiencia marcó el comienzo de su dedicación al servicio y apoyo a los demás. En su recorrido profesional, Miriam ha sido testigo de muchas historias conmovedoras y ha enfrentado retos importantes. Una que recuerda con especial cariño es la de un joven alumno de escasos recursos que se ganaba la vida vendiendo pan. Este estudiante destacado fue elegido por Miriam para recibir una beca. Al preguntarle sobre el uso que daría al dinero de la beca, el niño expresó su deseo de “comprar una mesa y dos sillas”. Ante la sorpresa de Miriam, él explicó que eran para hacer sus tareas y ofrecerle un asiento a su compañero, con quien solía estudiar. Hasta ese momento tenían que sentarse en las gradas de su casa para hacer las tareas, y el niño anhelaba un lugar más adecuado y cómodo para ambos.
Como concejal, Miriam aprovechó la oportunidad para expandir el acceso a becas, enfocándose en quienes más lo necesitaban. Además, contribuyó significativamente a la asistencia de personas con discapacidad al organizar brigadas de carnetización en Milagro, lo que resultó en una reducción de costos para la comunidad. Cada una de sus acciones refleja su firme compromiso con el bienestar comunitario, siempre con el objetivo de generar un impacto positivo en su entorno.
La creciente visibilización de la salud mental ha permitido a la sociedad abordar trastornos psicológicos sin caer en estigmatizaciones o considerarlos temas tabú. Miriam se erige como un ejemplo de ciudadanía activa y comprometida, utilizando su conocimiento, recursos y dedicación para generar un impacto positivo donde vaya.
¡Te invitamos a seguir de cerca a Miriam en su labor de apoyo a la comunidad! Descubre su contribución a través del voluntariado, la acción social y la psicología educativa en la primera entrega de la tercera temporada de “Conversaciones frente al mar”. ¡No te pierdas esta oportunidad de inspirarte con su historia y compromiso!