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Aceite de palo santo, un elixir medicinal que hace de Colonche, en Santa Elena, una comuna de sanación

Antiguamente el palo santo fue el principal autor de muchas ceremonias ancestrales para purificar y aliviar algunos malestares. Esta planta es una especie de la familia de las Burseraceae, naturalmente crece en zonas cálidas y actualmente se encuentra en peligro de extinción debido a la tala indiscriminada que se viene realizando desde hace años, ya que los recursos que se obtienen de este majestuoso árbol son muy apetecidos por su agradable olor.

En Ecuador aún existen lugares en donde crecen estos árboles, uno de ellos se encuentra en la provincia de Santa Elena, específicamente en la parroquia Colonche, y cada vez que llega la época de lluvia el palo santo empieza a volverse verde, pues el resto del tiempo permanece de color blanco, en febrero comienza a producir un fruto similar a la forma de las uvas. Su ciclo de vida puede durar entre 50 o 70 años.

Antes de que la población iniciara a trabajar con este recurso se dedicaban a la ganadería, tiempo después comenzaron a talar árboles de cascol para hacer carbón, llegaron a vender entre 500 y 2.000 sacos, actividad que les permitió poder suplir un poco sus necesidades. Anteriormente no había habitantes en la comunidad hoy conocida como Aguadita porque todos sus pobladores vivían en Manantial.

Se fundó hace aproximadamente 200 años la comuna Aguadita, pero fue en el 2006 donde algunos de sus habitantes descubrieron a través del internet que los árboles de color blanco, denominados palo santo, que yacían allí eran muy conocidos por sus propiedades curativas y que además se podían fabricar con ellos un sinnúmero de productos beneficiosos para la salud, tanto corporal como espiritual.

Madera sagrada, como también se la conoce a esta planta, tiene la capacidad de almacenar hasta quince días agua en sus raíces para mantenerse en los tiempos de sequía, se clasifica en macho y hembra, pero solo la hembra produce la semilla.

Uno de sus derivados más buscados por los visitantes es el aceite que se extrae del corazón del palo santo, debido a que posee un aroma cítrico, amaderado, dulce, mentolado, su color es claro, amarillo dorado y de consistencia ligera. Esencia sagrada es el nombre con el que bautizaron a este aceite, el cual hace honor a sus propiedades medicinales.

Más o menos son 50 tipos de dolencias las que puede llegar a curar este aceite, entre ellas están los dolores de cabeza, musculares, articulares, cervicales, reumatismos, artritis, rigidez, además de ser antidepresivo, diurético, antiséptico, también es usado para aliviar la gripe, tos y el asma, combate la piel seca, sensible e irritada, etc.

Otro recurso adicional que elaboran de este árbol es el té, el cual se obtiene del cogollo y se endulza con miel, tomar este té ayuda a la circulación de la sangre, al estómago, los intestinos y proporciona mucha energía.

Los primeros en trabajar con este recurso natural acudieron a solicitar ayuda a la Universidad Estatal Península de Santa Elena (UPSE) y otras autoridades, las cuales realizaron estudios y diferentes actividades para mejorar la producción de este recurso.

Fue así como se creó la Asociación Agroforestal de Palo Santo, que actualmente es la encargada de fabricar el aceite, a través de la destilación de los frutos y de la madera seca de árboles que ya cumplieron su ciclo natural. El método utilizado es el arrastre a vapor, sin implementar ningún solvente químico, para poder obtener un producto 100 % natural.

A este proyecto se sumó la Fundación Heifer que los ayuda con capacitaciones, y sugerencias de nuevas alternativas de producción como cremas, champú, jabones, geles, aceites, etc. Sin embargo, el convenio que mantienen termina en el mes de octubre. Son 300 hectáreas las que están destinadas a producir la materia prima de manera sustentable, pero probablemente se les otorgue 5.000 hectáreas más para su conservación. Otra de las instituciones que les está apoyando en este proyecto es Giz de Europa.

Aguadita, San Marco, Sayá, y San Miguel son las cuatro comunas que se encuentran en el plan de manejo de este proyecto y cuentan con un convenio de reforestación por diez años. Esta pequeña asociación tiene galpones y viveros en los que almacenan la materia prima, más o menos el precio de un saco de palo santo oscila entre 60 dólares, de los cuales se necesitan 2 sacos para obtener 1 litro de aceite del palo santo. Actualmente poseen cuatro alambiques que procesan el aceite, pero debido a la escasa comercialización solo utilizan dos de ellos.

Una de las necesidades que mantiene esta comunidad y por la cual han venido luchando por más de 30 años es la falta de agua, pues minimiza cualquier tipo de acción que requiera realizar este sector, provocando que el progreso de muchos proyectos se quede estancado.

No obstante, sus dirigentes han buscado incluir a su comunidad en los proyectos que realiza el Gobierno para contar con este recurso vital, y aunque ya se han hecho evaluaciones en el suelo con el apoyo de la Prefectura de Santa Elena, en donde los estudios del suelo revelaron que a 50 metros de profundidad hay agua dulce, aún les hace falta que se realice una esporación para extraer agua de Leoncito hacia su comunidad.

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