El arte, un lenguaje universal, brinda una vía creativa para la expresión de pensamientos y emociones. Más allá de su valor estético, juega un papel crucial en la sociedad al actuar como un medio terapéutico para personas con capacidades diversas. Estas no solo aprenden técnicas artísticas, sino que también potencian habilidades emocionales y sociales.
Trilce Zúñiga, artista transdisciplinaria, ha percibido este fenómeno mientras enseña arte en diversas instituciones educativas y culturales. Según Zúñiga, desde los años 90 ya se notaba la presencia de ese puente de inclusión a través del arte. Su conexión personal con este aspecto se intensificó cuando su hijo nació con una condición especial, enfrentando el desafío de la exclusión y la falta de atención integral en muchos procesos educativos.
Con una pasión renovada, Zúñiga lidera el taller «Talentos infantiles 593″ y forma parte de Arte Terapia 593, un proyecto internacional orientado a niños y jóvenes con capacidades diferentes. Este espacio les permite interactuar, canalizar su creatividad y sensibilidad. Cada tallerista, con sus necesidades y desafíos únicos, como el perfeccionamiento del lenguaje o el manejo de la ansiedad, es animado a expresarse libremente. Esta metodología no solo les ayuda a ser más productivos, sino también a enfrentar las barreras de la sociedad. El lema del taller, «Reconóceme por mi talento y no por mi condición», subraya su firme compromiso con una inclusión respetuosa.
Sin embargo, es esencial que las autoridades e instituciones se comprometan más con la inclusión. Según el Consejo de Discapacidad del Ecuador hay más de 471.000 personas con discapacidades que necesitan oportunidades para integrarse plenamente en la sociedad. Es imperativo promover campañas educativas que fomenten el respeto y la aceptación, eliminando cualquier atisbo de discriminación.
Además, Zúñiga está actualmente trabajando en un proyecto para hacer que los destinos turísticos sean más accesibles para las personas con discapacidades.
En este paisaje de lucha y esperanza, la labor de personas como Trilce Zúñiga resalta como un faro de luz y compromiso. Su trabajo, y el de tantos otros, nos recuerda la importancia de ver más allá de las discapacidades, reconociendo el talento y el potencial en cada individuo. Como sociedad es esencial que continuemos esforzándonos en garantizar una inclusión genuina, promoviendo la equidad y la accesibilidad en todos los ámbitos. Solo así construiremos un mundo en el que todos tengan igualdad de oportunidades para brillar y contribuir con sus únicas habilidades y perspectivas.
Mira la entrevista completa con Trilce Zuñiga en «Conversaciones frente al mar».