Aunque no es un árbol sino un arbusto de unos 5-6 metros de altura el muyuyo (Cordia lutea) es una planta ancestral para los cholos-huancavilcas de la zona costera, especialmente de la provincia del Guayas, de donde es originario y aunque se la encuentra diseminada por las islas Galápagos, los científicos no han determinado si fue llevada desde el continente a las islas o sucedió al revés.
Desde niño cuando pasaba vacaciones en el pueblito semidesértico de Data de Posorja me llamaba la atención esta bella planta que existía por todos lados, crecía hasta en la arena al pie del mar, florecía todo el año y que además de servir de alimento para las enormes manadas de chivos de la zona, el fruto del muyuyo era usado por los nativos como “gomina” para el cabello y para preparar goma para pegar las cartas, cintas, papeles, etc.
Antiguamente cuando uno iba a una fiesta bien peinado, los amigos le decían: “te has peinado con muyuyo».
En muchos pueblos costeros como Playas, Engunga, Engabao, Chanduy, etc., las cercas de las casas, corrales y potreros siempre eran y son aún de muyuyo, ya que esta madera es incorruptible y aguanta el sol y las lluvias eternamente.
Pero el principal uso actualmente es la confección de toda clase de muebles y artesanías que se han hecho muy populares en todo el Ecuador por su belleza rústica y por su larguísima duración.
En la vía que va del balneario de Playas hacia Data (km 6) habitan los “Reyes del muyuyo”, título que se disputan entre Bonifacio Crespín y José Lázaro, quienes siguen la tradición de sus abuelos de “carpinteros de muyuyo” tradición que gracias a Dios sus hijos siguen.
Quienes deseen comprar estos muebles pueden llamar a Luis Lázaro Escalante al celular 096-846-4035.