A finales del siglo XIX los hermanos cuencanos José Miguel (1840-1893) y Carlos Ordóñez Lasso (1824-1900) eran grandes empresarios dedicados al cultivo y exportación de la quina o cascarilla (cinchona officinalis) y en 1890 compran la hacienda Pechichal ubicada en Naranjal, provincia del Guayas, la cual tenía una superficie de miles de hectáreas desde la cordillera de los Andes hasta el mar, dedicadas a la ganadería y al cultivo del cacao.
Ambos hermanos fueron casados sucesivamente con la dama guayaquileña radicada en Cuenca Hortensia Mata Lamota de Ordóñez, matrimonios realizados en 1865 con José Miguel y en 1895 con su hermano Carlos. Doña Hortensia fue una distinguida dama dueña de un sinnúmero de haciendas y negocios y era reconocida como la Primera Dama de Cuenca.
Al morir ella ya siendo viuda de ambos hermanos en 1934 sus herederos venden la hacienda Pechichal en 1948 a Manuel Isaac Encalada Zúñiga (1898-2000) famoso y legendario agricultor y ganadero nacido en Buenavista, Pasaje, provincia de El Oro, quien desarrolla su potencial cacaotero sembrando millones de árboles de cacao nacional con el apoyo de su hijo el doctor en Veterinaria Miguel Encalada Mora, quien manejó siempre la hacienda y vivió allí hasta su muerte hace cuatro años.
En mi niñez mi abuelo César Amador Baquerizo nos llevaba a su hacienda El Retiro, ubicada también en Naranjal, y por su amistad con el Dr. Encalada aterrizábamos en la pista de Pechichal, la que aún continúa dando servicios.
Pechichal se volvió famosa ya que Homero Castro Zurita (1922-1988) al graduarse en el IICA de Costa Rica en 1952 como técnico de cacao volvió al Ecuador a trabajar en Pechichal, iniciando allí su trabajo científico en búsqueda de una variedad de cacao resistente a las enfermedades monilia y escoba de bruja y de alta productividad y calidad.
Luego de varios años de investigación y de muchísimos cruzamientos, Homero Castro obtiene en 1965 su mundialmente famosa variedad de cacao CCN-51, la de mayor productividad en el mundo, la que ha llevado al Ecuador a ser el tercer productor mundial luego de Costa de Marfil y Ghana, mejorando al mismo tiempo el nivel de vida de miles de productores de cacao del Ecuador y de otros países, hito denominado «El milagro del cacao ecuatoriano» o «La revolución del cacao en el Ecuador».
Luego de casi 60 años visité nuevamente la famosa hacienda Pechichal, su antigua y bellísima casa construida toda de maderas finas con multitud de cuartos todos con hamacas, el bosque de piedras, sus huertas de cacao, sus tendales para secar el cacao, sus enormes potreros en la montaña y sobre todo el lugar preciso donde Homero Castro desarrolló su famoso cacao CCN-51.
¡La historia del Ecuador es la historia del cacao!
Pechichal, 130 años sembrando cacao.