El «Panama hat» es el auténtico sombrero de paja toquilla manufacturado en Ecuador por nuestros artesanos, siendo las ciudades de Montecristi y Cuenca en donde anualmente se elaboran gran cantidad de ellos y se encuentran de variados colores, tamaños, formas, tejidos y calidad.
La mano de obra está compuesta por el clan familiar, ya sean jóvenes o mayores, que se dedican a este arte/oficio y que a través de este emprendimiento ancestral y familiar ha permitido conservar esta tradición por generaciones.
Cuenta la historia que fue en Pile y Jipijapa en donde los pioneros enseñaron el arte de tejer estos tan apreciados sombreros. Es el único lugar del mundo donde están los mejores maestros tejedores y se obtienen sombreros de «calidad superior», cuyo precio varía de acuerdo con el grado de calidad, ya sea en grosor o su finura y es una inversión única por la durabilidad del sombrero.
Precisamente en manos de una tejedora de Pile, quien demoró un año en tejer un sombrero con muy buen acabado, fue bien cotizado a nivel mundial en más de $ 10.000, llevando su respectiva certificación de origen y autenticidad de manufactura en Ecuador.
En Pile, la elaboración de un sombrero golden o prémium lleva entre tres meses y un año debido al tipo de tejido, acabado y el trabajo arduo y delicado que conlleva. Se utilizan hebras finas y se trabaja con sol o calor, lo que aumenta el riesgo de que se rompan. Por esta razón la tarea comienza muy temprano, alrededor de las 4 de la mañana y se extiende hasta las 10 de la mañana, con un receso en el que las mujeres se dedican a las tareas del hogar hasta las 6 de la tarde. A partir de ese momento, hombres y mujeres se reúnen nuevamente para tejer hasta las 11 de la noche.
Fue la observación de los españoles al llegar a la costa ecuatoriana que notaron que los nativos usaban tocas en su cabeza similares a las de las monjas europeas con sus alerones.
Fueron el criollo Francisco Delgado y el nativo Domingo Chóez quienes fusionaron técnica y modelo de las tocas con los sombreros usados por los españoles, dando como resultado el inigualable, reconocido mundialmente, clásico y único sombrero de Montecristi elaborado con paja toquilla.
Fue en la época republicana cuando Montecristi estuvo en auge debido a la elaboración de los sombreros que tuvieron mucho apogeo, siendo la familia Alfaro Delgado una de las más destacadas comerciantes de Montecristi y quienes también lo internacionalizaron especialmente en Panamá.
El sombrero de Montecristi ha tenido muchos cambios en su comercialización, así como en su producción, los emporios familiares lo hacen bajo pedido para lograr un mejor entendimiento entre el vendedor y comprador.
