La música tiene una conexión muy especial con el mundo, pues a través de ella no solo se transmiten diversas melodías, sino también se fomenta el desarrollo personal y cultural de quienes la practican.
En muchos países se impulsa a los niños a realizar alguna actividad artística que complementa su formación, con el objetivo de que fortalezcan sus habilidades y a su vez les enseñe a ser disciplinados en cualquier acción que practiquen.
A pesar de que en Ecuador aún no se ha logrado resaltar plenamente el papel crucial que desempeña el arte en el desarrollo humano, existen innovadores musicales, fervientes amantes del arte y la música. Ante la falta de oportunidades han tomado la iniciativa de forjar espacios educativos, permitiendo así a sus estudiantes explorar y crecer en el ámbito musical.
Uno de estos apasionados es José Valdivieso Saquicela, un abogado de los tribunales de la República, quien al ser parte de una familia de músicos decidió seguir con ese legado e ingresar al Conservatorio de música Antonio Neumane a estudiar piano y violín.
Tiempo después formó parte del coro de Santa Cecilia en el grupo de los tenores bajo la dirección del profesor José Barniol, además fue invitado a participar en el coro del Conservatorio Antonio Neumane y posteriormente tomó clases de oboe e ingresó a la orquesta Círculo Musical Guayaquil.
Su paso por los escenarios le hizo darse cuenta de que la falta de recursos en estos espacios artísticos hacía que en muchas ocasiones los estudiantes desistieran o se limitaran a participar en las clases dedicadas a este arte.
Por ello se dispuso a retomar su profesión de abogado para invertir una parte de sus ingresos en la música, lo cual lo llevó a viajar a Estados Unidos para así comprar más de 150 violines pequeños y alquilarlos a los niños que quisieran empezar a practicar este instrumento.
En el año 1986 creó la escuelita de música Antonio Vivaldi, en la que niños entre 7 a 8 años estudiaban, tiempo después cuando estos niños cumplieron la edad de 10 y 11 años se formó una pequeña orquesta de cuerdas denominada Orquesta Antonio Vivaldi.
En esta orquesta pasaron más de 100 violinistas que actualmente están por todo el mundo, formando parte del Municipio de Guayaquil, a través de la Dirección de Cultura, bajo el nombre de Orquesta de Museo Municipal, con la que han realizado giras en ciudades como Quito, Cuenca, Manta y Portoviejo.
Hasta la fecha se han realizado más de 500 conciertos, tanto dentro como fuera de la ciudad, incluyendo presentaciones didácticas para diversas instituciones y colegios. Estas actuaciones han destacado por su calidad y desarrollo técnico, lo que ha captado la atención de otras orquestas. De hecho, algunos de sus miembros han sido contratados por prestigiosas agrupaciones como la Orquesta Sinfónica de Guayaquil e incluso han tenido la oportunidad de llevar su música a otros países.
José se siente profundamente orgulloso al ver cómo sus pupilos están llevando en alto la calidad artística de Ecuador. Además, sus enseñanzas han servido como motivación para otros a crear nuevos espacios en los que la música pueda fluir libremente. Esta situación lo llena de satisfacción al saber que su legado perdura y sigue nutriendo el mundo de la música con talento y pasión.
Mira la entrevista completa con José Valdivieso en «Conversaciones frente al mar».