El mar es uno de los lugares más enigmáticos que puede existir en el mundo, pues en ellos habitan un sinnúmero de especies impresionantes, las cuales por sus rasgos parecieran ser seres prehistóricos que se niegan a extinguir.
Por lo que muchos apasionados por conocer el mundo marino se sumergen en sus profundidades para captar e interactuar de cerca con este ecosistema marino y a su vez poder difundir sus experiencias en la superficie.
El videógrafo marino Roberto Ochoa es uno de ellos, pues comenta que su misión personal es utilizar sus videos, los cuales a menudo son sumamente emotivos, evocadores y bellísimos, para avivar el debate sobre el futuro de las maravillas naturales de nuestro planeta y motivar a la acción.
Este proyecto lo inició hace siete años, debido a la conexión que tenía con la naturaleza, sobre todo con el mar, ya que solía ir a surfear o hacer snorkel para desestresarse, después decidió aprender a bucear y tras observar ese mundo tan megadiverso que desconocía que existía en Ecuador decidió compartirlo con los demás.
De modo que la mayoría de sus videos corresponden a varios sitios de la costa, sin embargo, sus trabajos más fuertes han sido en Galápagos, pues fue corresponsal del Ministerio de Turismo en la National Geographic (Pristine Seas) para ayudar a proteger el ecosistema marino de las islas y de igual manera filmó en 360 grados para GoPro.
En esta travesía pudo bucear junto a tiburones martillos, mantarrayas, variedad de peces e iguanas marinas, las cuales debido a su alimentación han aprendido a hacer apnea y sumergirse a 3, 4 e inclusive 20 metros de profundidad para poder alimentarse de algas marinas.
A partir de esta experiencia decidió hacer sus propios documentales acompañado de personajes importantes del mundo que estuvieran enfocados en la conservación y conexión de estas especies marinas, por lo que su primer documental se llamó Galápagos Evolution, en el cual participó Pierre Yves Cousteau, hijo menor de Jacques Cousteau.
Otros de los lugares que ha visitado ha sido Ayangue, El Pelado, El Bajo Cope, los cuales también son asombrosos para bucear y encontrar mucha megafauna, sobre todo en la temporada de la sierra o también conocida como la corriente de Humboldt. Al ser una corriente fría atrae mucha vida, por ejemplo, ballenas jorobadas, mantarrayas y en ocasiones hasta los pingüinos de Galápagos se acercan a estos sitios.
Sin embargo, Roberto no puede ignorar las amenazas que acecha a la megafauna marina, como la contaminación y la pesca indiscriminada. Estos peligros representan una significativa posibilidad de extinción o desplazamiento de estas especies hacia áreas más seguras. Por esta razón él aboga fervientemente por la expansión de las reservas marinas, reconociendo que es crucial ampliar las áreas protegidas para evitar que estas criaturas maravillosas corran el riesgo de extinguirse o se vean obligadas a buscar refugios en otros lugares.
Mira la entrevista completa con Roberto Ochoa en el programa «Conversaciones frente al mar»