La reserva ecológica llamada Cerro Blanco guarda en su interior una infinidad de especies endémicas, tanto en flora como en fauna, las cuales habitan estos senderos en completa liberad y armonía con la naturaleza, convirtiéndose así en un lugar extraordinario para vivir una experiencia de aventura y relajación.
Este bosque seco tropical que tiene más de 35 años de apertura está ubicado en Guayaquil y cuenta con 6.078 hectáreas protegidas, su preservación está a cargo de una ONG privada y sin fines de lucro llamada Pro Bosques, la cual gestiona y promueve proyectos relacionados con el control y vigilancia del bosque.
Algunos de los programas forestales que han llevado a cabo ha sido la restauración forestal, pues a través de ellos tratan de devolverle al bosque la diversidad que poseía, como el guayacán, guachapelí y fernán-sánchez, aparte de estas acciones, en el bosque se encuentra un vivero forestal con capacidad de más de 100.000 plantas de especies nativas.
Además, también están preocupados por preservar la fauna que se encuentra en peligro de extinción como el papagayo de Guayaquil, el gavilán dorsigris y el jilguero.
De igual manera, dentro del bosque se han realizado investigaciones de campo con el apoyo de estudiantes o de proyectos internos para poder registrar cuantas especies de fauna y flora existen en el lugar. Estas investigaciones determinaron que en el bosque habitan aproximadamente más de 240 especies de aves, 54 especies de mamíferos, 32 especies de reptiles, 25 especies de murciélagos, 700 especies de plantas vasculares, etc. Además, los monitorios con cámaras trampas evidenciaron la presencia de jaguares en la zona.
Anteriormente, contaban con un centro de rescate, el cual estaba dedicado a cuidar y alimentar a los animales que eran objetos de tráfico ilegales o que, luego de su compra, los dueños no los podían mantener, este centro permaneció habilitado por quince años, sin embargo, por problemas económicos tuvieron que cerrarlo y las especies que se encontraban en este centro fueron trasladadas a otro lugar con el apoyo del Ministerio del Ambiente.
Aparte de la preservación de las especies endémicas en esta reserva ecológica también impulsan un programa de educación ambiental para que de esta manera las visitas tengan una conexión con el entorno, aprendiendo las funciones que tiene el ecosistema y el rol que cumple cada árbol y cada animal que vive en él, promoviendo la conservación, ya que nadie puede amar lo que no conoce, pero sobre todo para devolverle el valor a nuestras especies locales, pues a veces buscamos conocer otros países, pero no apreciamos lo que tenemos cerca de nosotros.
Por otra parte, el hecho de que el bosque se encuentre ubicado cerca de urbanizaciones y carreteras representa un cierto peligro para la diversidad que allí habita, debido a que pueden intentar ejecutar actividades de caza, no obstante, en el bosque se han establecido casetas con personal capacitado, el cual realiza patrullajes y controles 24/7. Asimismo, cuentan con el apoyo de la Policía de Medio Ambiente (UPMA) cuando se presentan situaciones más complejas.
Tania Ríos Sánchez, coordinadora de Turismo del Bosque Protector Cerro Blanco, nos habló sobre las actividades que pueden realizar los visitantes en este hermoso lugar, que van desde actividades de senderismos hasta camping.
Con respecto a las rutas de senderismo, que en total son cuatro, están distribuidas de acuerdo con las necesidades de los turistas, pues hay dos senderos cortos, uno denominado Buena Vista que dura entre una a hora y media de recorrido para niños y adultos o personas que no tienen mucha experiencia en estas montañas, la segunda opción es el sendero Canoa que dura entre una y media a dos horas y su recorrido finaliza en una quebrada.
Las otras caminatas están destinadas para los más aventureros, pues dura tres horas, y los senderos son el Higuerón, donde se puede apreciar el bosque de la belleza paisajista y el sendero Mono Aullador, en donde se pueden apreciar monos y más faunas, su recorrido dura cinco horas.
En cuanto a las zonas de camping están destinadas dos áreas: la primera está ubicada en el sector de la glorieta con capacidad de 60 personas.
La segunda en el área del mirador con capacidad de 10 a 15 personas. Para estas actividades los encargados les pueden proporcionar las carpas si es que no cuentan con una y también parrillas y asaderos para que preparen sus alimentos, todas estas actividades son guiadas por un intérprete para que no exista ningún percance que afecte al bosque o a los turistas.
Los precios para los adultos son de 6 dólares, por niño son 3 dólares y 36 dólares por grupos de guianza de seis personas, aunque también se realizan paquetes educativos.
