Originaria del norte de África, la «pelibuey» (Ovis orientalis aries) es una raza de ovejas sin lana y sin cuernos que llegó a las Islas Canarias hace 2.000 años, donde fue criada por los indígenas. Luego, con la colonización, fueron traídas al Caribe, donde aún en Cuba y otras islas sigue siendo la raza más utilizada por su notable adaptación al calor de los trópicos.
La «pelibuey» tiene la ventaja de que su excelente carne tiene poca grasa y es baja en colesterol. Las hembras paren después de 5 meses de gestación, 1.5 veces por año, y son comunes los partos dobles o triples. Son animales tímidos, de color café claro con pelo como de venado, y los machos llegan a pesar hasta 45-60 kg, mientras que las hembras alcanzan 35-40 kg de peso al año y medio de edad.
En Ecuador llegaron en 1960 cuando mi amigo, el ilustre empresario ya fallecido Don Juan José Vilaseca Vals, importó de Cuba un hato de 50 ovejas pelibuey de excelente genética. Luego de reproducirlas, fue obsequiando parejas a muchos amigos de la siempre recordada «Asociación de Ganaderos del Litoral», donde fui tesorero muchos años.
En las Islas Canarias, hay algunos agricultores bananeros que tienen sus ovejas dentro de las plantaciones para eliminar residuos y malezas y, al mismo tiempo, aprovechar su excelente estiércol como fertilizante orgánico. Posteriormente, se utiliza su deliciosa y nutritiva carne. La ventaja es que no compactan los suelos y no comen los hijos de la planta de banano, al contrario de los chivos, sino solo los tallos, malezas y hojas de desecho.
Esta práctica ha sido imitada por un amigo en Ecuador que tiene 100 «cabezas» de pelibuey en una bananera. De esta forma, mantiene limpio el cultivo de «malas yerbas» a la vez que estos cuadrúpedos van «fertilizando» las plantas de banano y se venden a $100 cada uno
La crianza de las “pelibuey” es una gran alternativa de ingresos para los pequeños agricultores y ganaderos de América Latina, sobre todo para los que viven en zonas áridas o semiáridas. Sin embargo, se deben importar animales de gran genética para continuar con el mejoramiento de la raza.