Estás en la playa tomando sol y pasa el coquero (señor que vende cocos). Se le acerca y dice: “¡Deme uno, por favor!”. Él, muy prolijo y rápido, lo pela y lo extiende con un sorbete… ¡Qué delicia Dios nos dio!
Este fruto crece en climas cálidos y en toda la zona tropical del orbe, y se suele vender mucho en la costa del Ecuador. Su cáscara dura encierra una pulpa carnosa y un líquido nutritivo que ofrece múltiples beneficios para la salud. Este fruto versátil es 100% aprovechable, siendo utilizado en la gastronomía, cuidado personal, salud y manufactura. Es un regalo de la naturaleza para los días de calor y un suero fisiológico natural que ayuda a hidratar por su alto contenido de electrolitos, rico en sales minerales (como el magnesio, fósforo, calcio) y en potasio, los cuales tienen la responsabilidad de mantener sano al cuerpo humano, además de contener vitamina E, la cual es encargada de antioxidantes.
¿Y qué se puede hacer con el coco?
- Aceite de coco: mejora la apariencia de la piel, fortalece el sistema inmunológico y protege e hidrata el cabello.
- Harina de coco: elaborada con la pulpa, puede utilizarse en postres y panes.
- Corteza: sirve como sustrato para el cultivo de orquídeas y en la manufactura.
- Cáscara: empleada en la creación de artesanías.
- Pulpa: usada en la preparación de platillos como cocadas, helados, tortas, trufas y bocadillos.
El coco es empleado como ingrediente tanto para la elaboración de alimentos dulces como salados.
Sugerencia de un smoothie para cuatro porciones:
Ingredientes:
- 1 coco seco o semimaduro
- 1 litro de leche entera (bien fría)
- 1 lata de leche condensada
- Hielo al gusto.
Preparación: Coloca la pulpa del coco en pedazos pequeños en la licuadora. Añade la leche fría y la leche condensada poco a poco mientras licúas. Agrega cubos de hielo hasta obtener la densidad deseada. ¡Buen provecho!